viernes, 8 de julio de 2011

El SaaS necesita un cambio de mentalidad por parte de la empresa



Muchas veces cuando hablamos de software como servicio, del SaaS, afrontamos este tipo de soluciones como algo económicamente más costoso que la solución que nosotros tenemos administrada de forma local. El SaaS necesita un cambio de mentalidad por parte de la empresa a la hora de afrontar su viabilidad económica en su implantación.


A todos nos gusta tener bajo nuestra supervisión cada uno de los aspectos de los cuales depende nuestra empresa. Sin embargo pocas son las que tienen su propio generador eléctrico, placas solares, etc. para no depender de la compañía eléctrica de turno para su abastecimiento. Económicamente es algo muy caro de montar, aunque en el caso de energía renovables a la larga puede salir más rentable.
Ese esfuerzo en informática ya lo han realizado muchas empresas, que disponen de su propio servidor, sistemas operativos, programas de facturación o ERP para su funcionamiento. Todo instalado y administrado de forma local. En este caso y siguiente el ejemplo de la energía anteriormente citado, ya tenemos nuestro generador montado y no necesitamos aplicaciones bajo este modelo de servicio.
Amortizar la inversión realizada requiere un ciclo de vida para su amortización de todo el proceso que hace a las empresas interiorizar que tienen que seguir trabajando del mismo modo. Y no es necesariamente cierto. Una vez llegado el momento de sustituir o renovar infraestructuras es cuando el modelo SaaS se puede plantear y llega el momento hacer rentable para la empresa.
Porque el nivel de desembolso inicial no echará para atrás a muchas empresas, al ser este mucho menor que si decidimos adquirir nuestra propia infraestructura. Por contra a la vez que va pasando el tiempo se hace menos rentable y si una empresa está acostumbrada a exprimir en el tiempo hardware y software sin duda le saldrá económicamente más costoso. A la vez es más flexible y podemos aumentar su capacidad a medida que nuestro volumen de trabajo, y por lo tanto nuestros ingresos aumenten.
Sobre los temas de disponibilidad tendríamos mucho que hablar, puesto que por un lado el SaaS nos garantiza unos valores de servicio muy altos, difíciles de conseguir por una empresa que mantiene su propia infraestructura y sobre todo muy caro de conseguir. A la vez este índice se puede ver lastrado por los fallos de las comunicaciones. Está claro que si no disponemos de una línea de comunicaciones de buena calidad plantearse este modelo para nuestra empresa en utópico.
Todo esto siempre que estén dispuestos a asumir un pequeño cambio en su forma de trabajar, aunque dependiendo de la solución para los usuarios puede resultar transparente el cambio. Lo más complejo puede ser la exportación de los datos entre aplicaciones, pero esto igualmente tendremos que hacerlo si migramos de servidor o, en algún caso, si renovamos la versión de alguna aplicación.
Cada empresa debe ser muy consciente de sus necesidades. De los costes que implican ambos modelos y de las posibilidades que nos ofrecen cada uno de ellos. Llegado el momento tendremos que comparar y decidir. La apuesta de la empresa por el modelo SaaS parece decidida, pero no para todas la pymes será un modelo necesariamente ventajoso. Por eso no hay que dejarse llevar por las modas, tanto en el modelo SaaS como en el modelo tradicional y analizar los números de forma objetiva.



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